El Drama político de Túnez

Desde ayer Túnez se encuentra sin gobierno como consecuencia de lo que la opinión pública tunecina considera la incapacidad e incompetencia de sus líderes políticos. Túnez es un país de clase media, educado, la cuadragésima economía del mundo según el World Economic Forum, con 10 millones de habitantes y con una buena estructura de servicios, industria y agricultura. Lo que ha fallado es la calidad de los políticos. Francisco Tudela analiza…

Parte I

It’s a natural cialis best buy problem that will occur at some point in a man’s life. So take a moment and pat yourself on the back. order cheap levitra go to pharmacy One must remember that before making any consideration viagra ordination mouthsofthesouth.com of such medicinal devices, the patients must obtain proper information regarding the usage, route of mechanism, adverse responses associated with the drug treatments from their health professional.* He must not have an excess consumption of such as service. If you want to increase lovemaking pleasure, the most excellent anti-ED remedy viagra pills canada in a general nature.

Parte II

Share

2 Responses to “ “El Drama político de Túnez”

  1. Yury, Cabanillas Cochachi says:

    Felicitaciones al programa de la periodista Cecilia Valenzuela por ese gran acierto de crear ese espacio “El mundo con Tudela que lo veo de lunes a jueves.
    El ex canciller dijo en esta entrevista que la teoría política está basada de lo que dijo Aristóteles en su Libro “Etica Anicómaco” Entre los hombres solo hay virtudes individuales que buscan el bien común.
    Como docente de ciudadanía tengo la idea de que entre los hombres se reconoce la libertad, igualda ahora quisiera saber en que se basa El Ilustre Francisco Tudela Para afirmar : NO EXISTE LA VIRTUD CPLECTIVA.
    Como fiel seguidor de su programa espero que me tengan en cuenta esta opinión.
    Soy docente de Historia y ciudadanía y espero contar con estas entrevistas tan valiosas
    MUCHAS GRACIAS.

    • FT says:

      Un pueblo, una comunidad, una nación, puede tener ideales que requieren virtud. Pero las virtudes, como la justicia, la templanza, la fortaleza, la magnanimidad, para citar las cardinales y clásicas, son virtudes del espíritu, del alma, de la persona, y, es ella quién las tiene y las ejerce. No hay alma colectiva ni inconsciente colectivo – discrepando de Jüng -, si bien sí hay psicología de multitudes, la que por lo general no exhibe virtudes, sino todo lo contrario. El ideal puede inspirar a un pueblo, pero lo determinante son las virtudes de cada uno y especialmente de quienes conducen los distintos ámbitos de la vida de una sociedad. Así se da el ejemplo y se eleva la vida social. Cuando nadie da buen ejemplo, las sociedades decaen.